- Lenguaje, lengua y comunicación oral -
Esta
entrada tratará sobre el planteamiento de una actividad de comunicación oral en
grupo teniendo en cuenta una edad concreta de los alumnos y centrándonos en las
diferentes posturas que puede tomar cada niño.
Es
fundamental en un intercambio comunicativo de este tipo, que el profesor preste
atención a las necesidades de cada niño y que solo intervenga como mediador o
moderador.
En
mi caso, teniendo la opción de escoger entre debate o diálogo, me decanto más
por el diálogo, donde entre todos, dando diferentes opiniones pueden aprender y
aumentar sus ideas sobre el tema.
Vamos
a trabajar con niños de 6º de educación primaria, ya que los niños de 11 y 12
años ya han alcanzado esa etapa de las operaciones concretas donde el
razonamiento lógico está presente y puede que muchos ya hayan alcanzado la
etapa de operaciones formales donde el conocimiento abstracto se puede observar
en pleno desarrollo y el pensamiento lógico nos ayuda a enfocar el diálogo de
otra manera.
Hablaremos
sobre la importancia de las personas mayores y el trato que merecen y tienen,
puesto que me parece muy importante inculcar a los niños su importancia y el
buen trato que se les debe dar, que muchas veces a los abuelos, y más en estas
edades donde los niños empiezan a revelarse, se les toma por el pito del sereno
o se aprovecha de ellos, ya que al final son los que siempre suelen consentir
las cosas que los padres no.
Me
parece perfecta esta edad para tratar el tema, ya que los niños pueden mantener
y comprender perfectamente esta conversación.
Contexto
Contexto
El
lugar perfecto desde mi punto de vista para la realización de esta actividad
con los niños, no debe ser el aula concretamente, puede ser cualquier otro
sitio donde todos, tanto alumnos como profesora se sientan cómodos y a gusto,
si es en la misma clase perfecto, sino en el patio, salón de actos etc en el
que mejor se sientan todos.
En
cuanto a la distribución, pienso que la mejor forma de sentarse para escucharse
todos bien y no darse la espalda es o bien en círculo o en forma de “U”, donde
todos pueden verse perfectamente y atender mejor a cada uno de sus compañeros.
Debemos
crear un ambiente agradable y procurar que todo fluya sin discusiones, aunque
se tengan ideas contrarias, para ello habría que poner una serie de normas, las
cuales deben ser recordadas cuando sea necesario por el profesor un incluso los
alumnos, siendo las siguientes:
-
- Respetar el turno de palabra.
- Pedir el nuestro levantando la mano y esperando en silencio.
- Respetar las opiniones de nuestros compañeros como ellos deben respetar las nuestras aunque sean totalmente opuestas.
- En ningún momento faltar el respeto de nuestros compañeros.
- No gritar ni elevar el tono de voz, habar pausado y con tranquilidad.
- Una participación y una escucha activa.
Desarrollo
de la actividad
En
un primer momento, el maestro comentará con los alumnos qué piensan que es el
diálogo, y una vez hecha una pequeña lluvia de ideas, les comentará y propondrá
un tema para practicarlo, para así poderlo ver mucho más claro, ya que en
muchas ocasiones se aprende más de forma práctica que teórica, y más en este
tema.
Comenzaremos
haciendo una pregunta para iniciar el diálogo, con la que despertaremos el
interés y pensamiento de los alumnos.
¿Qué
piensas sobre las personas mayores?
Y
una vez resuelta esta, comenzaremos haciendo más preguntas, tales como, por
ejemplo:
En
alguna ocasión, ¿crees que podrías portarte mejor con tus abuelos?
¿Crees
que en la calle se les respeta lo suficiente?
En
muchas ocasiones se les ve como un estorbo, ¿qué opinas?
Creo
que es un tema muy amplio con el que los niños pueden aprender mucho, ya que
muchas veces, los humanos en general, no nos damos cuenta del trato que damos a
la demás gente y este diálogo les puede servir para analizar su trato con sus
abuelos propios, como les hablan, si bien o mal… pueden contar experiencias,
ver cómo se comportan los demás…
El
maestro podrá intervenir en el diálogo para reconducir al tema inicial si se
desvía la conversación y realizar más preguntas para recordar el tema principal
del diálogo.
Diferentes
posturas
Debemos
saber cómo actuar antes dos situaciones planteadas por la asignatura, son casos
que nos podemos encontrar perfectamente en el aula y los encontraremos, por lo
que es importante saber manejarlo para que el día de mañana todos y cada uno de
nuestros alumnos se sientan igual que los demás sin ningún tipo de diferencia o
dificultad.
En
el primer caso nos encontraríamos con un niño que no suele participar en los
diálogos orales bien sea por falta de confianza o timidez.
Lo
principal y que todos como futuros maestros debemos saber, es que no hay que
obligar ni forzar a hablar a un niño cuando aún no está preparado, porque con
ello lo que podemos hacer inconscientemente es acentuar esa falta de diálogo,
debemos plantear una serie de actividades en las que se fomente el diálogo
entre los compañeros, en grupos reducidos y poco a poco ir ampliando a los
miembros.
Lo
mejor sería trabajarlo desde que son pequeños, ya que poco a poco iría saliendo
la personalidad y con ella el ser extrovertido y la confianza en uno mismo.
El
maestro debe conocer a la perfección a sus alumnos y por ello saber en qué o
por qué actúa de esa forma y una vez sabido, trabajar con él o ella.
Debemos
crear temas de interés donde todos los niños se sientan seguros y puedan hablar
todos dando su opinión.
En
el segundo caso nos encontraríamos con un todo que no respeta el turno de palabra,
no escucha y habla continuamente para imponer su punto de vista.
Este
caso lo trabajaría hablando con él y explicándole que esa actitud no está bien,
que debe respetar a todos sus compañeros al igual que a él se le respeta.
Sino
hace caso y sigue con la misma actitud, pasaría a actuar como él actúa con sus
compañeros, cada vez que hablase interrumpirle para que viera como se sienten
los demás cuando él no les escucha o corta.
Y
al final de la clase preguntarle cómo se ha sentido y explicarle que así es
como él actúa con los demás y que así se sienten sus compañeros.
U
otra opción podría ser no hacerle caso directamente hasta que se diera cuenta de
cómo debe comportarse.
Estas dos ideas yo creo que sí funcionarían,
ya que el niño ve y siente en su propia piel como hace sentirse a sus
compañeros y lo mal que sienta que no te escuchen.
Método
de evaluación
Una vez
finalizado el diálogo y con él, la actividad en general, debemos hacer una
evaluación, la cual será de manera individual y personal, ya que serán ellos
mismos los que se valoren en diferentes aspectos, como la participación, el
respeto, la atención, el aprendizaje…
Se tratará de una
tabla donde se les hará una serie de preguntas y se tendrán que valorar del 1
al 5, siendo 1 la más baja y 5 la más alta de las marcas.
Una
vez terminada esta primera parte, se les repartirá una serie de preguntas a
responder, pero ya no tanto para evaluar, sino para saber cómo se han sentido
durante la actividad, como, por ejemplo:
1.
Una vez finalizada la
actividad, ¿te ha gustado?
2.
¿Qué es lo que más te ha
gustado? ¿Y lo que menos?
3.
¿Cómo te has sentido a la
hora de intervenir?
4.
¿Volverías a participar en
un diálogo? ¿Por qué?
Conclusión
Realizar
este tipo de actividades en el aula es muy importante, ya que favorece el
desarrollo de la expresión oral, algo esencial para nuestra vida.
Con
ella enseñamos a los niños a respetar tanto el turno de palabra, como a los
demás, como las diferentes posturas que puede haber en un mismo tema.
Normalmente
los niños no tienen esa capacidad de dar su punto de vista de las cosas ya que
por norma general, no lo expresan con libertad, ya sea porque piensan que no se
les va a hacer caso o que lo que dicen no está bien, con esto desarrollamos
mucho más su punto de visto y su análisis crítico de las cosas.
Estaremos
creando a niños con la capacidad suficiente como para hablar en público y dar
su opinión sin ningún tipo de reparo o vergüenza.
Por
lo que he de decir que la actividad de este bloque me ha gustado bastante ya
que me ha hecho pensar como actuaría ante estas dos situaciones planteadas y se
cómo hacerlo ya para el día de mañana, como trabajarlo, como llevarlo etc.
Para que realmente sea una actividad de diálogo en gran grupo y no una simple sucesión de argumentaciones individuales, debes asegurarte de que cada respuesta que se dé, sea comentada, debatida, completada... entre todo el grupo hasta que se agote, antes de pasar a una idea nueva. De esta forma, no hay solo emisores individuales y sucesivos sino verdadero diálogo social. Déjalo claro en tu actividad porque puede parecer una pequeñez, pero es lo que diferencia un tipo de acto comunicativo de otro.
ResponderEliminarEstá bien que los niños se autoevalúen, pero no de forma cuantitativa sino cualitativa. Pero tú también tienes que evaluar.
Deberías incluir una tabla sencillita de evaluación, fácil de rellenar, para ir anotando el progreso de los alumnos a lo largo del curso. Debe reflejar los aspectos en los que te vas a ir fijando durante la puesta en práctica de la actividad.
Debes incluir también una tabla de autoevaluación para los niños, con los mismos items que tú vas a evaluar pero presentados de forma sencilla y con una descripción de niveles de consecución tipo: nunca-a veces-siempre o mas-regular-bien-muy bien. Cada vez se le da más importancia a hacer partícipes a los niños de sus aciertos y errores, de que tomen las riendas de su propio desarrollo de competencias. Para ello es importante que se autoevalúen y se pongan retos de aspectos a mejorar y potencien sus puntos fuertes.
Incluye, además, una breve retroalimentación (oral y pública) para cada niño. Un punto débil para mejorar (solo uno cada vez) y un punto fuerte para reforzar y felicitar (uno solo también). De esta forma, ninguno se siente mal. Aunque los niños se autoevalúen, necesitan saber qué hacen bien y qué deben mejorar desde una perspectiva externa.
Está muy bien que les preguntes si les ha gustado y cómo se han sentido.
Si completas estas cuestiones, tu actividad será perfecta.