viernes, 24 de marzo de 2017

Corrección bloque 1. Lenguaje, lengua y comunicación oral



- Lenguaje, lengua y comunicación oral - 


Esta entrada tratará sobre el planteamiento de una actividad de comunicación oral en grupo teniendo en cuenta una edad concreta de los alumnos y centrándonos en las diferentes posturas que puede tomar cada niño.
Es fundamental en un intercambio comunicativo de este tipo, que el profesor preste atención a las necesidades de cada niño y que solo intervenga como mediador o moderador.

En mi caso, teniendo la opción de escoger entre debate o diálogo, me decanto más por el diálogo, donde entre todos, dando diferentes opiniones pueden aprender y aumentar sus ideas sobre el tema.

Vamos a trabajar con niños de 6º de educación primaria, ya que los niños de 11 y 12 años ya han alcanzado esa etapa de las operaciones concretas donde el razonamiento lógico está presente y puede que muchos ya hayan alcanzado la etapa de operaciones formales donde el conocimiento abstracto se puede observar en pleno desarrollo y el pensamiento lógico nos ayuda a enfocar el diálogo de otra manera.

Hablaremos sobre la importancia de las personas mayores y el trato que merecen y tienen, puesto que me parece muy importante inculcar a los niños su importancia y el buen trato que se les debe dar, que muchas veces a los abuelos, y más en estas edades donde los niños empiezan a revelarse, se les toma por el pito del sereno o se aprovecha de ellos, ya que al final son los que siempre suelen consentir las cosas que los padres no.
Me parece perfecta esta edad para tratar el tema, ya que los niños pueden mantener y comprender perfectamente esta conversación.



Contexto

El lugar perfecto desde mi punto de vista para la realización de esta actividad con los niños, no debe ser el aula concretamente, puede ser cualquier otro sitio donde todos, tanto alumnos como profesora se sientan cómodos y a gusto, si es en la misma clase perfecto, sino en el patio, salón de actos etc en el que mejor se sientan todos.
En cuanto a la distribución, pienso que la mejor forma de sentarse para escucharse todos bien y no darse la espalda es o bien en círculo o en forma de “U”, donde todos pueden verse perfectamente y atender mejor a cada uno de sus compañeros.

Debemos crear un ambiente agradable y procurar que todo fluya sin discusiones, aunque se tengan ideas contrarias, para ello habría que poner una serie de normas, las cuales deben ser recordadas cuando sea necesario por el profesor un incluso los alumnos, siendo las siguientes:
-        
  •     Respetar el turno de palabra.
  •     Pedir el nuestro levantando la mano y esperando en silencio.
  •   Respetar las opiniones de nuestros compañeros como ellos deben respetar las         nuestras aunque sean        totalmente opuestas.
  •     En ningún momento faltar el respeto de nuestros compañeros.
  •    No gritar ni elevar el tono de voz, habar pausado y con tranquilidad.
  •    Una participación y una escucha activa.


Desarrollo de la actividad

En un primer momento, el maestro comentará con los alumnos qué piensan que es el diálogo, y una vez hecha una pequeña lluvia de ideas, les comentará y propondrá un tema para practicarlo, para así poderlo ver mucho más claro, ya que en muchas ocasiones se aprende más de forma práctica que teórica, y más en este tema.

Comenzaremos haciendo una pregunta para iniciar el diálogo, con la que despertaremos el interés y pensamiento de los alumnos.

¿Qué piensas sobre las personas mayores?

Y una vez resuelta esta, comenzaremos haciendo más preguntas, tales como, por ejemplo:

En alguna ocasión, ¿crees que podrías portarte mejor con tus abuelos?

¿Crees que en la calle se les respeta lo suficiente?

En muchas ocasiones se les ve como un estorbo, ¿qué opinas?

Creo que es un tema muy amplio con el que los niños pueden aprender mucho, ya que muchas veces, los humanos en general, no nos damos cuenta del trato que damos a la demás gente y este diálogo les puede servir para analizar su trato con sus abuelos propios, como les hablan, si bien o mal… pueden contar experiencias, ver cómo se comportan los demás…


El maestro podrá intervenir en el diálogo para reconducir al tema inicial si se desvía la conversación y realizar más preguntas para recordar el tema principal del diálogo.



Diferentes posturas

Debemos saber cómo actuar antes dos situaciones planteadas por la asignatura, son casos que nos podemos encontrar perfectamente en el aula y los encontraremos, por lo que es importante saber manejarlo para que el día de mañana todos y cada uno de nuestros alumnos se sientan igual que los demás sin ningún tipo de diferencia o dificultad.

En el primer caso nos encontraríamos con un niño que no suele participar en los diálogos orales bien sea por falta de confianza o timidez.
Lo principal y que todos como futuros maestros debemos saber, es que no hay que obligar ni forzar a hablar a un niño cuando aún no está preparado, porque con ello lo que podemos hacer inconscientemente es acentuar esa falta de diálogo, debemos plantear una serie de actividades en las que se fomente el diálogo entre los compañeros, en grupos reducidos y poco a poco ir ampliando a los miembros.
Lo mejor sería trabajarlo desde que son pequeños, ya que poco a poco iría saliendo la personalidad y con ella el ser extrovertido y la confianza en uno mismo.
El maestro debe conocer a la perfección a sus alumnos y por ello saber en qué o por qué actúa de esa forma y una vez sabido, trabajar con él o ella.
Debemos crear temas de interés donde todos los niños se sientan seguros y puedan hablar todos dando su opinión.  


En el segundo caso nos encontraríamos con un todo que no respeta el turno de palabra, no escucha y habla continuamente para imponer su punto de vista.
Este caso lo trabajaría hablando con él y explicándole que esa actitud no está bien, que debe respetar a todos sus compañeros al igual que a él se le respeta.
Sino hace caso y sigue con la misma actitud, pasaría a actuar como él actúa con sus compañeros, cada vez que hablase interrumpirle para que viera como se sienten los demás cuando él no les escucha o corta.
Y al final de la clase preguntarle cómo se ha sentido y explicarle que así es como él actúa con los demás y que así se sienten sus compañeros.
U otra opción podría ser no hacerle caso directamente hasta que se diera cuenta de cómo debe comportarse.
Estas dos ideas yo creo que sí funcionarían, ya que el niño ve y siente en su propia piel como hace sentirse a sus compañeros y lo mal que sienta que no te escuchen.





Método de evaluación 

Una vez finalizado el diálogo y con él, la actividad en general, debemos hacer una evaluación, la cual será de manera individual y personal, ya que serán ellos mismos los que se valoren en diferentes aspectos, como la participación, el respeto, la atención, el aprendizaje…

Se tratará de una tabla donde se les hará una serie de preguntas y se tendrán que valorar del 1 al 5, siendo 1 la más baja y 5 la más alta de las marcas.













Una vez terminada esta primera parte, se les repartirá una serie de preguntas a responder, pero ya no tanto para evaluar, sino para saber cómo se han sentido durante la actividad, como, por ejemplo:


1.     Una vez finalizada la actividad, ¿te ha gustado?

2.     ¿Qué es lo que más te ha gustado? ¿Y lo que menos?

3.     ¿Cómo te has sentido a la hora de intervenir?


4.     ¿Volverías a participar en un diálogo? ¿Por qué?


Conclusión

Realizar este tipo de actividades en el aula es muy importante, ya que favorece el desarrollo de la expresión oral, algo esencial para nuestra vida.
Con ella enseñamos a los niños a respetar tanto el turno de palabra, como a los demás, como las diferentes posturas que puede haber en un mismo tema.
Normalmente los niños no tienen esa capacidad de dar su punto de vista de las cosas ya que por norma general, no lo expresan con libertad, ya sea porque piensan que no se les va a hacer caso o que lo que dicen no está bien, con esto desarrollamos mucho más su punto de visto y su análisis crítico de las cosas.
Estaremos creando a niños con la capacidad suficiente como para hablar en público y dar su opinión sin ningún tipo de reparo o vergüenza.

Por lo que he de decir que la actividad de este bloque me ha gustado bastante ya que me ha hecho pensar como actuaría ante estas dos situaciones planteadas y se cómo hacerlo ya para el día de mañana, como trabajarlo, como llevarlo etc.


1 comentario:

  1. Para que realmente sea una actividad de diálogo en gran grupo y no una simple sucesión de argumentaciones individuales, debes asegurarte de que cada respuesta que se dé, sea comentada, debatida, completada... entre todo el grupo hasta que se agote, antes de pasar a una idea nueva. De esta forma, no hay solo emisores individuales y sucesivos sino verdadero diálogo social. Déjalo claro en tu actividad porque puede parecer una pequeñez, pero es lo que diferencia un tipo de acto comunicativo de otro.

    Está bien que los niños se autoevalúen, pero no de forma cuantitativa sino cualitativa. Pero tú también tienes que evaluar.

    Deberías incluir una tabla sencillita de evaluación, fácil de rellenar, para ir anotando el progreso de los alumnos a lo largo del curso. Debe reflejar los aspectos en los que te vas a ir fijando durante la puesta en práctica de la actividad.

    Debes incluir también una tabla de autoevaluación para los niños, con los mismos items que tú vas a evaluar pero presentados de forma sencilla y con una descripción de niveles de consecución tipo: nunca-a veces-siempre o mas-regular-bien-muy bien. Cada vez se le da más importancia a hacer partícipes a los niños de sus aciertos y errores, de que tomen las riendas de su propio desarrollo de competencias. Para ello es importante que se autoevalúen y se pongan retos de aspectos a mejorar y potencien sus puntos fuertes.

    Incluye, además, una breve retroalimentación (oral y pública) para cada niño. Un punto débil para mejorar (solo uno cada vez) y un punto fuerte para reforzar y felicitar (uno solo también). De esta forma, ninguno se siente mal. Aunque los niños se autoevalúen, necesitan saber qué hacen bien y qué deben mejorar desde una perspectiva externa.

    Está muy bien que les preguntes si les ha gustado y cómo se han sentido.

    Si completas estas cuestiones, tu actividad será perfecta.

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